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360º
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    Cerdo Ref. 16 propiedad de:

    ServiRiegos



    Apariciones en los medios


    Tienda Iberian Pork Parade




    LA OBRA {Belleza por dentro y por fuera}

    «Le he puesto nombre, pero no lo puedo decir; es de un político», dice el pintor Juan García medio en serio medio en broma.

    Para el pintor Juan García Sánchez, el cerdo es un animal bello por dentro, gastronómicamente hablando, pero con una estructura un tanto amorfa. Es feo. Con esta premisa, el artista se planteó el reto de embellecer la escultura de Luis Martínez Giraldo, algo que ha conseguido. Sin embargo, «en este caso, el cerdo está hueco. Nunca compaginamos las dos partes», bromea García.

    Una de las dificultades que el artista se ha encontrado a la hora de enfrentarse al peculiar lienzo tridimensional, que es la escultura porcina, ha sido el acondicionamiento de sus trazos a la empresa que se le adjudicó, ya que su cerdo está patrocinado por Servi Riegos. «No me ha sido fácil concebir el concepto de la esencia de la empresa. Por ello, me he desviado un poquito de mi técnica. He hecho una gama de color y calor, intentando simular el riego que cae y el campo extremeño. Para terminar con la bandera de Extremadura», explica García, que es un pintor minucioso. «Cuando el pincel lo pongo en el soporte, detrás de todo eso hay muchísimo dibujo y mucho convencimiento de que lo que voy a hacer es realmente lo que quiero», apunta el artista que, con una media sonrisa no desvela el nombre de su creación. «No lo puedo decir porque es de un político».

    En lo que a la Iberian Pork Parade se refiere, García está convencido que es una muy buena iniciativa «porque el cerdo extremeño debería estar más promocionado. Además, el arte debe ser siempre generoso. Se basa en dar a conocer y en que el espectador pase un rato agradable con una obra de arte», apunta.


    PERFIL

    «Todo empezó cuando mis padres me regalaron una acuarela, una paleta con unas pastillas y comencé a rellenar dibujos», dice sobre sí mismo Juan García. De ahí saltó a hacer una copia de la realidad y de la naturaleza y, posteriormente, a su época surrealista. «Me sentía muy cómodo y en ella me tiré unos 18 años. No me conformaba con pintar la realidad de la vida, tenía que darle un argumento a los personajes y a las cosas que iba plasmando en el lienzo. Después, comprendí lo que era la abstracción y en ella estoy hasta el día de hoy», afirma el artista, que define la abstracción como una expresión que parte de los sentimientos. «Los sentimientos y las emociones del ser humano son auténticamente abstractos, por tal motivo me siento libre y ampliado. Siempre busco en la abstracción esa emotividad, ese equilibro emocional y esa explosión generosa y a veces provocativa sin pretenderlo, hacia el espectador», apunta.

    Para hacerlo, utiliza una técnica genuina, descubierta por él mismo hace 30 años. «No se la he visto a ningún otro artista. No quiero decir que no lo haya, pero yo no lo he visto. Tengo una técnica donde desarrollo, sobre todo en los fondos, una licuación del elemento pintura, como unos fluidos internos, como unos chorreones que caen en forma de gel», explica, añadiendo que llegó a esta técnica con mucha reflexión, mucho dibujo y mucha investigación. «Llegué hasta ella mediante algo que me sale de dentro y que es la creatividad. Desde la creatividad siempre he buscado la belleza», concluye.